En los últimos años se han desarrollado nuevas formas de ultrasonido que ayudan a mejorar la calidad de las imágenes ecográficas, permitiendo que se incremente la capacidad diagnóstica de un estudio ultrasónico. En este trabajo se utilizó una de ellas, las frecuencias armónicas, en especial la segunda armónica, para determinar si mejoraba la calidad de visualización del endocardio del ventrículo izquierdo, comparado con el estudio realizado en frecuencias fundamentales. Se realizaron ecocardiogramas bidimensionales a 50 pacientes con frecuencias fundamentales y con segunda armónica. Se utilizó una escala semi-cuantitativa para analizar la calidad de visualización del endocardio del ventrículo izquierdo en todos los estudios, con ambas formas de ultrasonido. Se analizó la motilidad parietal del ventrículo izquierdo de acuerdo a la segmentación y puntuación de la Sociedad Americana de Ecocardiografía. Se calcularon los volúmenes de fin de diástole, volumen de fin de sístole y fracción de eyección del ventrículo izquierdo en todos los pacientes en los estudios realizados en ambas frecuencias, fundamental y segunda armónica. Se observó que la calidad de visualización del endocardio del ventrículo izquierdo mejoró de manera estadísticamente significativa en todos los segmentos analizados utilizando segunda armónica, en comparación con los estudios realizados en frecuencia fundamental. Esta mejoría en la calidad de visualización del endocardio se observó aún con distintas calidades de estudios dependiendo de la calidad de las ventanas ultrasónicas de los pacientes incluidos. En cambio, la asignación de motilidad parietal y la determinación de la fracción del ventrículo izquierdo no mostraron diferencias estadísticamente significativas al comparar ambas técnicas de frecuencias, fundamentales y segunda armónica. De acuerdo a estos resultados, se puede concluir que la utilización de la segunda armónica mejora la calidad de visualización del endocardio del ventrículo izquierdo, con lo cual se incrementa la capacidad diagnóstica del método, a pesar que no influye significativamente en los resultados de la asignación de la motilidad parietal ni en las mediciones de los volúmenes ventriculares y el cálculo de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo.