“…Es bien conocido que las interrelaciones que se establecen entre el turismo y el clima son variadas y complejas (Becken et al, 2013;Gómez, 2005a;2005b), siendo los condicionantes atmosféricos aspectos clave en la planificación de los destinos turísticos y en la propia experiencia de viaje (Becken, 2010;Hamilton et al, 2005 Desde el punto de vista de la planificación, cabe señalar que el tiempo meteorológico, la variabilidad climática intra e interanual, los fenómenos meteorológicos extremos o el cambio climático son elementos básicos a tener en cuenta en las regionesdestino de los flujos turísticos por la influencia que ejercen en la competitividad y en la sostenibilidad, tanto a corto como a largo plazo. En este sentido, el tiempo meteorológico condiciona, según la mayor o menor sensibilidad de la modalidad turística practicada N° 9, enero-junio 2015, 99-131 105 hacia los elementos atmosféricos, la programación y el normal desarrollo de las actividades turísticas (Gómez y Martínez, 2012;McKercher et al, 2014;Moreno et al, 2008;Shih et al, 2009). Del mismo modo, en los destinos turísticos, la variabilidad climática intra e interanual ejerce un notable influjo en la estacionalidad turística, el abastecimiento de agua, la producción artificial de nieve, el gasto energético o las necesidades de riego o ajardinamiento, por citar tan solo algunos ejemplos (Gómez, 2003;Martínez, 2014;Martínez y Gómez, 2012a;Ridderstaat et al, 2014;Rico et al, 2009).…”