La producción de alimentos es una necesidad prioritaria, el problema surge con la ampliación de fronteras agrícolas para cultivos de quinua, dejando a su paso suelos desprovistos de vegetación, susceptibles a la erosión eólica e inseguridad de producción animal. Por tanto, existe la necesidad de contribuir a la construcción de conciencia de las acciones humanas, que causan desequilibrios entre la producción de alimentos y generar recursos económicos, en desmedro de praderas nativas constituidas por th'ulares. El trabajo, se realizó en la UAD-Orinoca municipio Santiago de Andamarca, del departamento de Oruro, con el objetivo de evaluar la contribución de la conservación de Parastrephia lepidophylla, Baccharis incarum y Lamphaya castellani como base de una práctica de agricultura sostenible para la seguridad alimentaria del altiplano. La metodología empleada permitió cuantificar especies vegetales nativas e identificar la ampliación de la frontera agrícola, mediante la elaboración de mapas satelitales en gestiones diferentes y comparados posteriormente, respecto a la propagación vegetativa de especies en estudio, se empleó fitohormona rapid root (IBA) 6 g con el fin de enraizar esquejes de th'ulares, cumpliendo el objetivo. Como resultado, se concluye que la cobertura vegetal natural, disminuyo en 5 602 ha, que corresponde al 4.9 % de la superficie total y el cultivo de quinua incrementó en 5 670 ha que corresponde al 4.9 % entre el 2014 a 2016. Por tanto, la conservación insitu de th´ulares, es una necesidad por sus múltiples beneficios como: fertilización del suelo, protección de erosión eólica, alimentación del ganado potencial de la zona, uso medicinal para animales, vegetales y humana, además del empleo en teñido natural, por tanto, es urgente una planificación para su repoblamiento.