Hay tantas personas a las que agradecer su ayuda y apoyo para que este trabajo llegase a buen puerto, que sería difícil incluirlas a todas en estas líneas. En primer lugar, a mis directores: Javier Prieto y Juan Manuel Corchado, por su trabajo, dedicación y paciencia. Por otro lado, a mis compañeros de Nebusens: Fabio, Richi, Cata y Dante, los cuales tienen gran culpa de este trabajo, así como a Mr L A T E X Martín del Campo. Siempre, a mi familia: Bene, Tina, María y David. Siempre están ahí, siempre confían en mi y nunca permiten una rendición. Por supuesto, a Raquel: porque sabes que lo eres todo para mi, porque nada tiene sentido sin ti, porque constituyes los cimientos de mi vida. Y finalmente, de forma muy especial, a Alejandro y Bernarda: porque de ellos aprendí los valores del trabajo, la honradez y la bondad, porque siempre confiaron en mi y porque, allí donde estén, estarán disfrutando de este momento.