“…A su vez, la prolongación del tiempo de exposición y la falta de reglamentación del poder y la carencia de dominio de las familias pone en peligro tanto a los menores como a los adolescentes, pudiendo generar poca tolerancia a la frustración (Casey, et al, 2021), incapacidad de postergación (Rosewell, et al, 2021), sensación de no saciedad, pérdida del control de impulsos (Forzano, et al, 2021), reducido rendimiento escolar (Quintas, et al, 2020), un alto nivel de competitividad en videojuegos y juego en línea (El Mawas, et al, 2020), así como tensiones entre familias (Barquero y Calderón, 2016).…”