“…(2009) la norma infravalora la capacidad resistente de la madera de chopo (Populus alba), lo que da lugar a un rechazo del 50% (por presencia de nudos). Respecto de las coníferas, existen numerosos estudios que coinciden al afirmar que es un método excesivamente conservador, el cual infravalora y desestima mucha madera (Carballo et al, 2007b;Rodríguez, 2009), sobre todo en MEG, cuya presencia de nudos provoca que sean rechazadas la mitad de las piezas (Arriaga et al, 2007;Herrero, 2003) A pesar de que la presencia de nudos es determinante para su 1º. El tratamiento espectral de los pulsos o señales del georradar supone un avance innovador respecto a la interpretación de los datos de georradar en madera estructural.…”