Las y los terapeutas ocupacionales en Colombia hemos trabajado desde hace más de cinco décadas en el campo de la educación. Iniciamos en instituciones de educación especial; con el tiempo, nuestro ejercicio profesional se extendió a la educación regular, donde llegó a ocupar diferentes posiciones y con alcances diversos (Álvarez, 2010;Fernández y Duarte, 2017; Trujillo, 2002).Actualmente, trabajamos en escuelas públicas como profesionales de apoyo, orientadoras u orientadores escolares; en colegios privados; en consultorios y otros espacios, haciendo atención individual a escolares; en universidades, dirigiendo asignaturas, proyectos de práctica, trabajos de grado y tesis de posgrado relacionados con el campo; en secretarías de educación, coordinando o realizando proyectos; como asesoras o asesores para el Ministerio de Educación Nacional 99 ; en organizaciones no gubernamentales o proyectos en las ciudades y los municipios donde habitan comunidades negras, indígenas, campesinas, entre otras. En todos estos espacios, de manera general, nuestra actuación sigue el interés por promover la participación de personas de diferentes edades, particularmente niños y niñas, en los escenarios y actividades educativas.Atravesando estos recorridos, las profundas reformas estatales y económicas que se consolidaron en la década de 1990 en América Latina significaron formas de gobierno, políticas, saberes y, en general, prácticas de vida más orientadas hacia la competencia, el capitalismo cognitivo 100 , el trabajo en red, la globalización, la gestión del trabajo y la salud, el saber experto, las políticas públicas, la visibilidad de las comunidades negras e indígenas, etc. 99 Por ejemplo, el documento Orientaciones generales para la atención educativa de las poblaciones con discapacidad en el marco del derecho a la educación (Ministerio de Educación Nacional y Organización de Estados Iberoamericanos, 2012). También, las Guías didácticas de la estrategia de rehabilitación basada en la comunidad (Quintana et al., 2014). 100 Puede definirse como "el desarrollo de una economiá basada en la difusión del saber y en la que la producción de conocimiento pasa a ser la principal apuesta de la valorización del capital. En esta transición, la parte del capital inmaterial e intelectual, definida por la proporción de trabajadores del conocimiento […] y de las actividades de alta intensidad de saberes […] se afirma, en lo sucesivo, como la variable clave del crecimiento y de la competitividad de las naciones" (Vercellone, 2004, p. 66).