“…El sistema educativo ha tenido que replantearse (Acosta y Vargas, 2019) en lo fundamental (Bello, 2023), desde el proceso de enseñanza -aprendizaje (Rhenals, 2021) y el proceso administrativo que implica la implementación de las etapas de planeación, organización, control y dirección, (Espinosa et al, 2021) en las instituciones educativas, atendiendo a los cambios vertiginosos (Cediel, 2020) de la era tecnológica (Cruz et al, 2020) y las nuevas exigencias del entorno (Ayala, 2020). Por cierto, el liderazgo pedagógico (Contreras, 2016), plantea articulación con los procesos de aprendizaje (Leiva y Vásquez, 2019) y las practicas pedagógicas (Villalobos y García, 2020) posibilitando el proceso de aprendizaje que indudablemente conduce al cambio (Fidalgo, et al, 2019) de paradigmas institucionales (Aguerrondo, 2017), al poder de gestión de los directivos (Anchelia, et al, 2021) y a la formación constante de los docentes (Valarezo y Santos, 2019).…”