“…Por tanto, se interpretan como movimientos convencionales que se asocian con significados relativamente estables en situaciones comunicativas diferentes (Bates et al, 1975;Volterra, Camaioni, Benigni & Bates, 1981;Shore, Bates, Bretherton, Beeghly & O´Connell, 1990;Caselli, Rinaldi, Stefanini & Volterra, 2012). Por otro lado, la literatura sobre el desarrollo del habla también ha documentado que las medidas acústicas en las vocalizaciones tempranas de los bebés varían dependiendo de su intencionalidad comunicativa (Esteve-Gibert & Prieto, 2014). Asimismo, estudios con niños han demostrado que se puede predecir el inicio del desarrollo gramatical en el uso particular de combinaciones de algunas modalidades gestuales junto con el habla (Iverson & Goldin-Meadow, 2005;Rowe & Goldin-Meadow, 2009).…”