“…La investigación realizada por Salazar, Valladares, Öhman y Högberg (2009), con mujeres nicaragüenses víctimas de violencia de pareja, evidencia que los recursos sociales del entorno, el nivel educativo, la menor aceptación de los roles tradicionales de género, la baja tolerancia de la comunidad hacia la violencia contra las mujeres y la formación para identificar la violencia de pareja son mecanismos de protección en los procesos de ruptura con el agresor que aumentan el bienestar psicológico y emocional. No obstante, la revictimización de las mujeres nicaragüenses constituye un serio problema teniendo en cuenta que, en los dispositivos de atención, el personal carece de capacitación (Colombini, Mayhwe, y Watts, 2008), y a la elevada prevalencia del problema se añade la escasez de recursos de apoyo a las mujeres (Rivas, Bonilla, y Vázquez, 2019).…”