<p>Es común que las familias enfrenten dificultades para llevar a cabo funciones de cuidado y para satisfacer necesidades de afecto, establecer límites y todo lo que implica ejercer prácticas de crianza que lleven al desarrollo de adolescentes funcionales y emocionalmente estables. La atención a este grupo etario requiere de profesionales que otorguen atención integral y de calidad desde las perspectivas biológica, psicológica y social, así como la promoción de factores protectores, el fomento de acciones de autocuidado y la resiliencia. Se ha documentado que existen estilos de crianza que representan un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos afectivos, consumo de sustancias, somatización, trastornos de alimentación y trastornos de aprendizaje, entre otros; sin embargo, en la práctica de la Medicina Familiar no se toman en cuenta como un factor de riesgo. Dado este escenario, se realizó una revisión bibliográfica de artículos con los temas de ciclo vital familiar, estilos de crianza y adolescencia; paralelo a esto, se propone el uso de herramientas para la evaluación de estilos de crianza en niños y adolescentes como apoyo en la consulta enfocada a determinar factores de riesgo.</p>