“…Existen un buen número de aproximaciones empíricas al campo de las estrategias de documentación académica por parte del alumnado universitario (Becker, 2003;Calva, 1999;Case, 2006;Chowdhury y Chowdhury, 1999;Cole, 1997 Kerins y otros, 2004;Liu y Yang, 2004;Valentine, 1993;Zhang y otros, 2005). De las que se centran en el análisis de la utilización de las bibliotecas como fuentes de documentación destacan las aportaciones de: Bancroft y otros (1998), quienes midieron el uso de la biblioteca de la Universidad de Washington por parte del alumnado de dicha institución; Hiller y Self (2002), que analizaron la frecuencia de utilización de las bibliotecas de las Universidades de Washington y Virginia entre los años 1998 y 2001; Hayden y colaboradores (2005), quienes describieron la frecuencia de uso por parte de los alumnos de los servicios bibliotecarios del Instituto Tecnológico de Waterford; Rey (1999), que describió el uso de las bibliotecas universitarias catalanas en el periodo comprendido entre 1995 y 1997; Perea (2002), que analizó el perfi l del usuario del servicio de bibliotecas de la Universidad de A Coruña; Arias y Simón (2008), que estudiaron, mediante encuestación, los hábitos de uso de las bibliotecas de la Universidad Complutense de Madrid.…”