RESUMENEl papel de la imagen en los casos de sospecha de malos tratos no es solo identificar el grado de lesiones físicas, sino también valorar todos los hallazgos de imagen que apunten hacia diagnósticos alternativos. Se hace preciso pruebas clarificadoras que nos lleve a un diagnós-tico seguro y evite por un lado errores diagnósticos y por otro mantener una situación de riesgo de nuevos episodios de maltrato de consecuencias impredecibles.La actual oferta tecnológica del diagnóstico por imagen, exige al clínico que se enfrenta a un diagnóstico de sospecha de maltrato físico, conocer cuales son las lesiones más especificas de confirmación diagnóstica, así como cual es la técnica/as más indicada de acuerdo a la clínica y edad del paciente. Revisamos las recomendaciones actuales partiendo de nuestra experiencia.Palabras clave: Maltrato infantil. Hallazgos radiológicos. Lesiones óseas Técnicas de imagen. Cuad Med Forense 2006; 12(43-44):21-37
ABSTRACTThe image technology develops an important role in cases of abuse suspicion not only establishing the degree of physical harm, but also finding evidences that lead to different diagnosis. These verified evidences are required both to reach a certain diagnosis and to avoid mistakes which can perpetuate a risk situation and the arrival of new episodes of abuse with unpredictable consequences.The present situation in the image technology diagnosis demands from the physician the identification of the most specific lesions to confirm a suspicion of abuse as well as the most suitable technology according to the symptoms and age of the patient. We review the current recommendations from our experience.
INTRODUCCIÓN:La conceptualización de los malos tratos infantiles como entidad médica tuvo desde sus inicios la implicación de figuras de la radiología pediátrica. En 1946 el Radiólogo Pediátrico John Caffey describió un cuadro clínico en niños afectados de hematoma subdural y fracturas múltiples de origen probablemente traumático. Siete años más tarde F. Silverman reconoce por primera vez que los causantes de los traumatismos podían ser los padres por actitud negligente o descuido, cuando no por agresión deliberada. En 1957 Caffey describe las típicas fracturas del maltrato denominadas en esquina y en asa de cubeta (Figura 1) y con posterioridad en 1972 introduce el término de "niño sacudido". Desde entonces muchos han sido los autores que han colaborado en la mejor catalogación radiológica de los malos tratos infantiles, sobresaliendo Swischuck, Merten y Kleinman. En 1961 Henry Kempe organiza un simposio interdisciplinario en la Reunión Anual de la Academia Americana de Pediatría sobre el síndrome del niño golpeado y en 1962 el Journal of the American Medical Association publica una descripción completa del síndrome desde el punto de vista pediátrico, psiquiátrico, radiológico y legal. Su denominación "síndrome del niño apaleado" (Battered Child Syndrome) queda acuñada en la literatura médica mundial [1,2,3].En nuestro entorno destaca la figura de Antonio María López Bar...