“…La persona docente debe entender que cada estudiante construirá su propio conocimiento de una forma única y creará significados distintos sobre un mismo fenómeno, puesto que estos dependen de la perspectiva que adopte el alumnado a la hora de interpretarlos y esta interpretación siempre será subjetiva (Cano, 2017). El profesorado también debe poder crear comunidades flexibles de aprendizaje en las que el estudiantado pueda tomar la iniciativa e interactuar, participar (Vargas y Acuña, 2020;Blaszko et al, 2021;García y Sáenz, 2021) y hacerlo, a su vez, de manera reflexiva, reinventándose como aprendiz o como participante con sentido crítico, con fundamento, ejerciendo la comprensión y la creatividad (Vargas y Jiménez, 2014;Defaz, 2020;Fernández et al, 2020). Como mencionábamos anteriormente, este proceso de aprendizaje nace de una actitud reflexiva por parte del alumnado, en la que el personal docente es "mediador esencial" (Vargas y Acuña, 2020, p. 569), que tendrá por misión generar en sus aprendices los desafíos que les lleven a cuestionar, críticamente, el significado de lo que adquieren y darle sentido (Fernández et al, 2020).…”