En regiones como América Latina, la mercantilización de la ciencia involucra su subordinación a la producción de innovaciones a nivel global que refuerzan las estructuras actuales de poder y el lugar dependiente de la región. Para dar cuenta de estas especificidades se propone el concepto de ciencia privatizada entendida como la ciencia que por medio de copiar agendas y prioridades exógenas al contexto de creación del conocimiento y a las necesidades sociales (y aunque sus resultados sean públicos), igualmente beneficia la acumulación de ganancias privadas. Lo hace sin que quede rédito para las instituciones productoras de ese conocimiento, ni tampoco por lo tanto para sus países de origen. El trabajo muestra dimensiones concretas de la ciencia privatizada, a saber: la transferencia ciega de conocimiento, la orientación de la agenda de investigación a prioridades de empresas o de organismos internacionales extranjeros, o copiando de manera acrítica la agenda internacional mainstream, y el peso del oligopolio editorial internacional. Estas dimensiones calan hondo en la región dado que el artículo publicado en revistas internacionales con referato se privilegia como criterio de evaluación. De modo que el trabajo concluye realizando propuestas de indicadores alternativos para la evaluación del trabajo científico y tecnológico público.