“…Los resultados presentados en el presente trabajo permiten dar respuesta a las hipótesis de investigación planteadas, teniendo presente primeramente que, según la fundamentación teórica expuesta, la etapa de educación infantil para cuestiones de enseñanza-aprendizaje de idiomas debiera contemplar técnicas de corrección no intervencionistas (Krashen, 1982;Truscott, 1996; como consecuencia del uso de la LE con fines auténticos (Haidl, 1993;, Loewen, 2014Long, 2017;Dabrowska, 2019), al menos para el presente caso de análisis: a. Los informantes analizados mantienen una interpretación de los procesos de enseñanza-aprendizaje de idiomas ligada de manera íntima a su formación en etapas preuniversitarias (Puchta, 1999;Richardson, 1996;Stevick, 1980) que, además, se extrapola también a situaciones más específicas como el tratamiento de errores; b. Esto implica que apuestan por una pedagogía de idiomas basada en la presentación formal de cuestiones gramaticales en la lengua materna de los aprendientes, por un lado, y la aplicación de técnicas de corrección intervencionista con independencia de la tipología de los errores, por otro.…”