“…A partir de ella, reducir el problema del delito a la existencia de pobreza, no solo es insuficiente sino inexacto, a pesar de que se trata de un tópico ampliamente repetido en el discurso de las clases políticas. De la data provista resulta importante reconocer que no se trata propiamente del factor pobreza sino del impacto de la crisis súbita sobre las expectativas de crecimiento económico, las cuales se expresan en dos fenómenos puntuales: el quiebre de la movilidad vertical positiva y el develamiento de la ilusión de las riquezas, aumentando los efectos perniciosos en la estructura, como la Arrelacionalidad del Estado y el aumento de las riquezas inorgánicas (Briceño León, 2007;Briceño León, Villaveces & Concha Eastman, 2008;Castro Aniyar, Cruz Marte & Hidalgo, 2017;Castro Aniyar, 2018a).…”