“…De esta forma, los discursos propenden por la interacción entre las posturas de los docentes, el área disciplinar, los aspectos socioculturales circundantes y los estudiantes participantes, inclusive en la formación virtual (Benitez, et al, 2018). En cuanto a la relación docente y estudiante, se evidencia una potencialidad performativa, no solo apuntesuniversitarios.upeu.edu.pe DOI: https://doi.org/10.17162/au.v14i1.1585 frente al conocimiento, sino al desarrollo de habilidades ciudadanas en pro de la participación democrática (Briceño, 2022) Por otro lado, la perspectiva post-estructuralista se distancia de la anterior y concentra su interés en la relación poder y saber, un saber que responde a los lineamientos institucionalizados y que ejerce fuerzas sobre los cuerpos, sus comportamientos y las subjetividades (Rodrigues y da Costa, 2018;Souza y da Silva, 2018;Carvalho, 2019;da Silva, et al, 2020;Vieira, et al, 2020;Lay, et al, 2022). Por ejemplo, la escuela, en el sentido más amplio, (re)imprime sistemáticamente enunciados, según sea el interés, que permiten o entorpecen desarrollar posiciones que propenden por la ciudadanía, la participación protagonista, la agencia y otras miradas ajenas a las institucionalizadas (Lay, et al, 2022).…”