“…Respecto a la dimensión educadora del ocio y el deporte, Weld (2011) señala que las políticas públicas de promoción del deporte en la juventud resaltan las propiedades morales del mismo y lo contemplan como una dedicación alternativa a ocupaciones indeseables o de riesgo (veáse, por ejemplo, Barbosa y Lange, 2011;Bastos y Andrade, 2011). Al mismo tiempo, encuentra que estas políticas podrían contribuir a la configuración del deporte como un producto de consumo.…”