“…Si bien hay una alta preocupación por la reducción del lenguaje no verbal (Kotera et al, 2021;Silva et al, 2020;Vásquez-Muriel, 2012), este no desaparece, sino que se adecúa al contexto digital gracias a la capacidad performativa del lenguaje; es decir, el lenguaje no verbal es acomodado a las posibilidades de los medios y los sentidos en ellos involucrados, ya que "el lenguaje es acción" (Echeverría, 2005, p. 38). El paciente, entonces, se asume como orador y actor al mismo tiempo en una suerte de simbiosis con los medios digitales, don-de lo que se expresa o no se torna relevante en el marco terapéutico.…”