Esta investigación tiene por objetivo indagar el fenómeno de la huida (φυγή, fuga) tal como aparece en el libro IX, capítulo 4 de la Ética Nicomáquea de Aristóteles. La finalidad temática principal estriba en sacar a la luz que tanto su fundamentación teorética última, así como también su fundamento intrínseco radican en el principio metafísico del acto y potencia. Sobre la base de este principio metafísico mostramos que el “sí mismo” del cual el vicioso vive dividido en la huida consiste en el entendimiento recto actual, revelándose este como el correlato preciso ante el cual huye el vicioso. Esta interpretación recupera la relevancia sistemática de la huida en el contexto de la amistad, ya que la huida hace visible concretamente la relación “amical” que el vicioso mantiene con sus prójimos, a quienes comprende tácitamente como medios-de-huida.