“…Por otro lado, emplearon el ensayo de hemoaglutinación para determinar la estabilidad térmica a 36ºC de las cepas Hitchner-B1 (B1), LaSota (L) y Komarov (K) de la vacuna contra la enfermedad de Newcastle[7]. También estudiaron la influencia de la humedad residual sobre la estabilidad térmica de 61 lotes de la vacuna contra el Sarampión, las Paperas y Rubeola, empleando un método acelerado consistente en mantener las vacunas a 37ºC de temperatura por 7 días[8]. En otro estudio se evaluó la termoestabilidad del virus de la enfermedad de Newcastle, a partir de la aplicación de tres ciclos de temperatura: 1) 25ºC por 36 días; 2) 37ºC por 29 días, y 3) 56ºC por un período de tiempo oscilando entre 5 minutos y 8 horas[9].…”