El Lago del Fuerte es un embalse artificial de 19 hectáreas localizado en el cierre de una cuenca interserrana con una superficie de 2000 hectáreas y drenada por dos arroyos principales -San Gabriel y La Cascada- construido para regular crecidas y evitar inundaciones. Actualmente se ha convertido en uno de los principales atractivos de la ciudad de Tandil, tanto para sus residentes y turistas, que se posiciona y consolida como destino turístico serrano. Estudios previos sobre el lago lo han diagnosticado como eutrófico a hipereutrófico, con alta concentración de nutrientes y de materia orgánica, así como la presencia de cianobacterias, por lo que se ha visto afectada su aptitud para uso recreativo, produciéndose un nivel de riesgo sanitario potencial para la población usuaria. La investigación apuntó a realizar un estudio integral de la problemática del Lago del Fuerte desde una mirada ambiental la cual implica identificar y analizar las variables tanto del medio socioeconómico así como del físico-natural, que se encuentran interrelacionadas, por lo que se aplicaron métodos y técnicas provenientes de distintas disciplinas científicas. El objetivo general de la misma consistió en evaluar el estado hidrológico ambiental del embalse, teniendo en cuenta su cuenca de aporte, identificando las principales causas de eutrofización y desarrollando un modelo de eutrofización considerando el marco económico y social. Los resultados corresponden a campañas realizadas bimensualmente y en la época estival cada 15 días durante el período diciembre de 2014 a mayo de 2016. Las mediciones y muestreos se llevaron a cabo en el embalse, los arroyos tributarios y a la salida del mismo. La metodología incluyó en primera instancia el relevamiento y análisis de la información antecedente. Posteriormente se seleccionaron sitios de muestreo y se llevó a cabo un estudio tanto de la hidroquímica como de la hidrodinámica del agua superficial y subterránea. A nivel superficial se realizaron análisis fisicoquímicos, así como contenido de nutrientes y pigmentos fotosintéticos. A partir de los datos de nutrientes se efectuó un balance de masa de fósforo total y se aplicó un modelo de eutrofización, a fin de determinar su estado trófico y su carga crítica. También se llevaron a cabo muestreos del microfitoplancton (>20 µm) para su determinación tanto cualitativa como cuantitativa y se tomaron muestras de sedimento del embalse para analizar su composición con respecto al contenido de nutrientes. A nivel del agua subterránea se analizaron las características fisicoquímicas de las mismas y se determinó la composición química mayoritaria. Con respecto al análisis de la hidrodinámica se realizaron balances hídricos (modular y seriado), aforos en las entradas y salidas del embalse y medición de niveles tanto del agua superficial y subterránea. Para la evaluación de los usos del suelo, así como la gestión del agua y posibles cargas contaminantes se realizaron entrevistas a diferentes actores claves, observaciones directas y mapeos a través de imágenes satelitales. Los resultados comparados con estudios previos arrojaron que existe una creciente ocupación de la cuenca por parte del uso residencial (11%) así como cabañas y hoteles (4%) y mayor presencia de ganado (4%) en detrimento de zonas de sierras que presentaban vegetación nativa (22%) en simultáneo a una reducción de la superficie agrícola (1%). A su vez dicho crecimiento residencial no se ve acompañado de servicios sanitarios ni tampoco cuenta con los controles adecuados sobre la disposición de efluentes de acuerdo a la legislación vigente. Se identificó que los arroyos se diferenciaron entre si ante situaciones de bajo caudal así como en el tipo de nutriente que aportan al lago, ingresando por el arroyo San Gabriel principalmente fósforo y por el arroyo La Cascada nitrógeno, los cuales estarían asociados al tipo de uso del suelo que predomina en cada subcuenca. El embalse se comporta como una trampa de calor, sedimentos y nutrientes. El modelo de eutrofización reflejó que el mismo recibe una carga crítica de fósforo. Si bien de acuerdo a los parámetros morfométricos e hidrológicos del cuerpo de agua su valor máximo es de 0,13 g PT /m2·año para un estado oligotrófico o 0,26 g PT/ m2·año para un estado mesotrófico, el mismo recibe una carga excesiva de 0,95 g PT/ m2·año que supera los niveles permisibles alcanzando un estado eutrófico. La abundancia total del microfitoplancton rondó entre los 5.000 y 370.000 ind/L, presentando variaciones estacionales que estarían influenciadas por las condiciones hidrológicas de exceso hídrico que imperaron en el período de la investigación. Durante el mismo no se registró predominancia de cianobacterias sino de diatomeas y clorofitas, de acuerdo a la época del año y se observó una presencia constante y hasta dominante en algunos muestreos de la especie Aulacoseira granulata, no identificada en trabajos anteriores en el área de estudio. El análisis estadístico demostró diferencias de acuerdo a las asociaciones de especies principalmente entre los arroyos afluentes y dentro del mismo embalse, entre el verano del 2015 con el de 2016, debido principalmente a la influencia de variables hidrometeorológicas. Con respecto a la gestión del embalse y de la cuenca de aporte se constató la existencia de una relación contradictoria entre actores, escalas y competencias de acción, así como de la concurrencia de marcos regulatorios en el área de estudio. Se evidencia la ausencia de una visión integral con respecto a la gestión del recurso hídrico en el área de estudio y la necesidad de adoptar diferentes medidas de gestión a fin de tender a un manejo sustentable. Entre ellas se puede destacar la necesidad de ampliar la zona de influencia de la legislación vigente a toda la superficie de la cuenca de aporte del lago a fin de abordar la problemática de una manera holística, así como también conformar un Ente con la participación de diferentes actores sociales tendiendo a adoptar medidas y políticas consensuadas. Además se torna necesario compatibilizar las legislaciones en sus respectivas escalas para evitar superposición de funciones y responsabilidades. Dentro de las medidas específicas para dar respuesta al problema de la eutrofización y colmatación del embalse se destaca la posibilidad de rediseñar el sistema de descarga del embalse debido a que la dinámica hidrológica evidenció ser una de las principales variables incidentes en la manifestación de los síntomas de la eutrofia, pero al mismo tiempo se torna imperioso reducir las cargas de nutrientes que ingresan al mismo.