“…La escuela y, en especial, el profesorado deben concurrir en el cambio de los esquemas de género, para tratar de eliminar los estereotipos que se construyen sobre las diferencias sexuales, las cuales limitan las capacidades de las y los alumnos y establece dominio entre los hombres y mujeres (Scharagrodsky, 2004). Fernández (1998) señala, en cuanto a la permanencia o no de estereotipos, el impacto de ciertas variables, como el sexo, porque los varones tienden a presentar puntos de vista más estereotipados sobre el género que las mujeres; la escolaridad, pues los sujetos de nivel escolar elevado tienden a ser menos estereotipados que los que tienen un nivel educativo más bajo; y la edad, dado que la visión estereotipada de hombres y mujeres tiende a disminuir con la edad.…”