El tumor de Krukenberg es una enfermedad maligna metastásica que afecta los ovarios, caracterizada principalmente por un adenocarcinoma en anillo de sello con alto contenido de mucina. Su origen primario suele encontrarse en el tracto gastrointestinal en la mayoría de los casos. Según la OMS, este tumor se define como una metástasis ovárica que presenta células mucinosas con núcleos excéntricos, conocidas como "en anillo de sello", acompañadas de una proliferación pseudosarcomatosa de origen ovárico. Representa entre el 1% y el 2% de los tumores malignos ováricos. Alrededor del 10% de los tumores ováricos son metastásicos, y casi la mitad de estos corresponden a tumores de Krukenberg, de los cuales cerca del 80% afectan ambos ovarios. Los síntomas clínicos son inespecíficos e incluyen dolor abdominal o pélvico, distensión abdominal, dispareunia y sangrado vaginal irregular, asociados a las metástasis ováricas, predominando la ascitis. En algunos casos, el diagnóstico ocurre de manera incidental durante procedimientos quirúrgicos. El pronóstico varía según las características clínicas de cada paciente. El tratamiento para este tipo de tumor es multidisciplinario y depende del estado general de la paciente. Generalmente incluye cirugía radical para extirpar tanto el tumor primario como las metástasis, junto con quimioterapia, hormonoterapia e inmunoterapia. A pesar del tratamiento, el pronóstico suele ser desfavorable, con una supervivencia promedio de entre 7 y 12 meses, aunque puede extenderse hasta 29 meses si se detecta el tumor digestivo en una etapa temprana. La tasa de supervivencia a 5 años es del 12%.