Con 17.4 millones de toneladas, México es el principal importador de grano de maíz amarillo a nivel internacional (SIAP, 2022), su uso es para alimentos balanceados pecuarios, industria porcina, bovinos, ovinos, avicultura, huevo y otros rubros. El maíz es el grano de mayor relevancia en la alimentación para México, por su consumo per cápita de 346.4 kg por año, así como por el área de cultivo (7.3 millones de hectáreas), si bien el país es autosuficiente en producción de maíz blanco, ya que de 27.5 millones de toneladas, se destinan 13.5 millones para su consumo en tortillas (SIAP, 2022), la importación de maíz amarillo, así como los problemas internacionales para adquirir este grano, hacen urgente el incremento de producción y el fortalecimiento de este cultivo en la agricultura tradicional y de subsistencia, para ello se requieren variedades mejoradas de grano amarillo, con buena productividad para las áreas donde se siembra este tipo de variedades (Espinosa-Calderón et al., 2021b; Tadeo-Robledo et al., 2015). En la Mesa Central de México (2200 a 2600 msnm), en más del 50 % de las 1.5 millones de hectáreas, la humedad para el cultivo proviene de la precipitación pluvial, que con frecuencia llega retrasada, es insuficiente e irregular y obliga a sembrar con retraso, con afectación del cultivo por heladas tempranas, ya que las variedades empleadas de ciclo largo no logran su madurez y su rendimiento es escaso (1.2 t ha-1) (Espinosa-Calderón et al., 2021a).