El propósito de este trabajo es reconocer e interpretar la innovación profundamente democrática de relaciones sociales y políticas que está teniendo lugar en México, y probablemente en el mundo, a partir de la expansión de la organización social a una escala sin precedentes, promovida por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena (CNI). Argüiremos que la gran diversidad de singularidades en lucha que conforman la multitud, con la destacada participación de las mujeres en el frente de batalla, está difuminando la tradicional distinción entre lo rural y lo urbano y nos está mostrando el plano de lo común, que es fundamento del nuevo mundo deseado. Nuestro axioma de investigación es que el principio de la creatividad social no es el capital, sino las luchas de la multitud. Adoptando un enfoque realista, nuestro método no proyecta lo que la gente debería hacer y querer, sino que comienza con sus pasiones políticas, ahí donde la gente se rebela, para sobre esa base desarrollar proyectos políticos. Al indagar desde una perspectiva biopolítica, mostraremos que la innovación histórica impulsada por la constitución del Concejo Indígena de Gobierno el pasado 28 de mayo del 2017 implica no únicamente un desafío al desarrollo capitalista sino, aún más importante, la construcción de una alternativa. Sin embargo, la realización de una democracia absoluta a nivel global que este otro desarrollo propone, se ve oscurecida por un obstáculo mayúsculo: una guerra civil global e indefinida. Argumentaremos que la guerra se muestra como la única forma de control adecuada para la naciente multitud, cada vez más capaz de plantear la problemática de terminar para siempre con el dominio patriarcal y capitalista y de construir una alternativa democrática a ese desarrollo por primera vez. Concluiremos que hay un proceso revolucionario en marcha, el EZLN y el CNI, junto a una base social urbana que ha estado organizándose, están haciendo la multitud a través de una praxis de amor.