“…Igualmente, cabe señalar que, de los 13 materiales de medida de elección vocacional identificados, la Batería de CHASIDE (Morales & Heredia, 2018), el Cuestionario on-line de intereses básicos académicos profesionales CIBAP (Hernández & Franco, 2019) y la Rejilla Vocacional (RV) (Fernández et al, 2020), se circunscriben solo a dar indicadores de áreas vocacionales. Los otros diez instrumentos: el Cuestionario Orientauni (Cortés, 2017), el Cuestionario Satisfacción, Motivaciones y Expectativas profesionales (Rego & Rial, 2017), el Cuestionario Características de la formación precedente de los universitarios (Restrepo et al, 2017), la Encuesta semiestructurada autoadministrada (Stabile et al, 2017), el Cuestionario de factores para la elección de carrera profesional (Bravo & Vergara, 2018), el Cuestionario de valores profesionales CERVO (Hernández & Franco, 2019), el Cuestionario de aspiraciones universitarias y expectativas con relación al desempeño (Manzano et al, 2007), el Cuestionario de autoeficacia (Manzano et al, 2019), el Cuestionario Determinantes para la Elección del Ciclo de Formación Profesional (CDECFP) (Sánchez, 2019) y el Test Búsqueda Autodirigida (SDS) (Fernández et al, 2020), miden algunos aspectos relacionados a la madurez vocacional, aspectos personales y familiares, satisfacción, formación precedente, entre otros. Sin embargo, ningún instrumento profundiza en aspectos personales tales como la autoestima o Silvia Hilda Osores Queirolo la orientación realista en la elección vocacional del adolescente, lo que es fundamental para una elección vocacional más sólida.…”