El trabajo propone una reflexión filosófica sobre la educomunicación en el contexto del posthumanismo. Asume, por un lado, que ese futuro posthumano está ya instalado en el presente y argumenta que, en consecuencia, se hace necesaria una mirada que trascienda las consideraciones didácticas, pedagógicas y tecnológicas de la educomunicación. Esta es la mirada filosófica. Siguiendo una metodología de búsqueda bibliográfica e interpretación conceptual, aborda cuatro núcleos conceptuales implicados en esta reflexión: las tecnologías, la educación, la comunicación, la subjetividad. Con respecto a estos conceptos, reconoce primeramente que la subjetividad autónoma moderna no es ya un ideal posible. Luego, argumenta que si bien no es posible negar una profunda transformación en nuestra forma de ser humanos y, por tanto, de comunicar, educar y subjetivarnos, existen advertencias que no es posible pasar por alto y que se describen en conceptos como la infotecnificación, la datificación, la virtualización del yo y de la vida. En este sentido, se reconoce el derecho de preservar valores que se consideran humanos. Sin pretender agotar estos núcleos en tan pocas palabras, concluye que la educomunicación es una práctica intrínseca al contexto posthumano. Pero, por esa misma razón, no puede ser tomada sólo como una estrategia o una herramienta didáctica, sino como parte de la reflexión más amplia sobre cómo (deseamos) existir en el mundo.