Introducción o de dónde venimosCuando nuestros antepasados cogieron una madera y la transformaron en un arma para golpear empezaron a ser superiores a las otras especies animales. Eran los primeros en utilizar un instrumento en su beneficio. Lo mismo sucedió cuando de las piedras hicieron proyectiles para cazar o luchar; del fuego hicieron un arma de defensa y un instrumento facilitador de la alimentación -la carne se podía calentar y facilitaba la ingesta-; de las espinas de los peces hicieron anzuelos para pescar, y de las piedras hicieron, cuchillos, lanzas, propulsores arcos y flechas, esquís, canoas... Todo ello era el inicio tecnológico del ser humano, muy básico, pero al fin y al cabo eficiente para aquella época, suficiente para empezar a cohabitar el hábitat más próximo. En la especie humana el homo sapiens se inventó a sí mismo, creó cultura y modos de civilización que hemos convenido en llamar homo faber, homo lúdico y, ahora, se nos presenta el "espectro" del homo tecnologicus.Durante la historia de la humanidad (Cortés, Justo, Sáez & Vicente, 2021), la tecnología, entendida como un proceso de transformar alguna cosa existente en otra nueva o en darle un nuevo uso, fue -y es-un aspecto intrínseco y definitorio del ser humano.Numerosos fueron los inventos en diferentes lugares del mundo: la rueda, los ábacos, los barcos, los cañones, la bombilla, los medicamentos… 23 Y con el paso del tiempo, gracias a esta tecnología, la superioridad humana fue incrementándose exponencialmente en relación con las otras especies animales, muchas de ellas, más fuertes, más rápidas, más grandes, más ágiles… pero menos inteligentes, o al menos incapaces de utilizar herramientas para su desarrollo como especie.La Revolución Industrial, en los siglos XVIII y XIX, fue un momento clave en este proceso de tecnologización, en la medida que la máquina empezó a superar con creces al hombre en numerosos aspectos de la vida humana (Brasó & Rillo, 2023). En Europa, la población empezó a desplazarse a las ciudades para trabajar en grandes fábricas, con máquinas complejas, en el trabajo textil, metalúrgico, siderúrgico, o minería. La humanidad pasaba, ahora sí, a un segundo plano y las máquinas, que reemplazaban a menudo las funciones de los animales en la producción, empezaban a dominar la producción. Sin la maquinaria, la humanidad carecía de valor sin la lógica ilustrada de la ideología del progreso: ciencia, tecnología y política económica.Con el paso del tiempo las máquinas fueron incrementando su eficiencia. Ahora ya eran más fuertes, más rápidas, más duraderas y económicas que los seres humanos. Pero ¿podrían llegar a ser más inteligentes? Para responder a esta pregunta hay que ubicarnos en Filadelfia, concretamente el 10 de febrero de 1996. Nos situamos delante de un tablero de ajedrez. A un lado, con las fichas negras, había el campeón del mundo: Gary Kasparov. Al otro lado nadie, nadie físico. De hecho, el ajedrecista ruso jugaba contra Deep Blue, un ordenador creado por la empresa IBM. Se propuso un encuentro a 6 partidas. ...