“…Por el otro, la música clásicoromántica experimentó un gran crecimiento, llegando a triplicar su presencia. Es decir, estos dos tipos de música son los predominantes a lo largo del tiempo, lo que es consistente con otros estudios sobre el repertorio (Ibarretxe Txakartegi y Vergara Sola, 2005;Marín-Liébana et al, 2020a;Marín Liébana et al, 2021b;Westerlund et al, 2017), y muestran una tendencia a equilibrar su proporción. La centralidad de estos dos repertorios podría explicarse por la pervivencia, a través de instituciones tradicionales como conservatorios y universidades, de los modelos historiográficos predominantes del siglo XIX (Marín-Liébana y Botella Nicolás, 2021), que instrumentalizaron el folclore local para contribuir a la creación de los estados-nación (Bohlman, 2010;Rice, 2013) y encumbraron el repertorio clásico-romántico como la cúspide de la evolución musical (Dahlhaus, 2006;Goehr, 1994).…”