La Constitución de 1991 buscó profundizar la descentralización fiscal en las regiones. Sin embargo, treinta años después, persisten las brechas en el desempeño fiscal entre departamentos y municipios. ¿Por qué algunos logran desarrollar una gestión fiscal eficiente mientras otros no, pese a estar sujetos a las mismas instituciones formales? ¿Qué papel han desempeñado las normas informales, incluidas las relaciones de poder, en el desempeño fiscal de las regiones? Este artículo demuestra que, además de las instituciones formales, las normas informales que emergen de las negociaciones presupuestarias entre los poderes ejecutivo y legislativo, los acuerdos entre partidos políticos, las asimetrías socioeconómicas y el conflicto armado, juegan un papel determinante en la persistencia de las disparidades en el desempeño fiscal de las regiones.