“…Dado que el análisis del fenómeno se ubica en el análisis del discurso académico, cabe aquí aclarar que cuando nos referimos a la voz, lo hacemos en los mismos términos que refieren Hyland y Sancho (2012) al abordar el discurso académico; es decir, a la posibilidad del escritor de manifestarse explícitamente en sus textos, de hacerse visible mediante el uso consciente y responsable de recursos lingüísticos que le permiten manifestar una postura frente a lo dicho por otros escritores, evaluar dicha información y expresar una propia opinión. Es importante señalar que la incorporación de la voz ajena a través de la cita y de la voz propia en primera persona (singular/plural), es parte de los recursos retóricos que utilizan los escritores para crearse una imagen de autoridad frente a sus lectores, que les permita defender posturas y expresar sus puntos de vista sobre lo planteado por otros autores (Castro, Sánchez, 2016). Es así que la atribución del conocimiento a los autores de la tradición disciplinar, mediante el recurso de la cita, se convierte en un aspecto relevante en la construcción de autoría, pues hace referencia a la responsabilidad del escritor de indicar el origen de los planteamientos traídos a su texto y el papel que dichos argumentos juegan en la construcción de la perspectiva propia (Hyland, 2002;Siddharthan, Teufel, 2007).…”