“…Las redes sociales abundan en esta dialéctica, ofreciendo una imagen parcial y distorsionada de la migración, ya sea desde perspectivas de victimización (Actis et al, 2005;Martínez Lirola, 2017) o de despersonalización (Fajardo y Soriano, 2016). Estas construcciones simbólicas refuerzan la tendencia a abordar la migración en un contexto en el que predominan narrativas negativas, que ya eran comunes tanto en los medios de comunicación tradicionales (Nash, 2005;Retis, 2007;Igartúa et al, 2007;Revilla, 2011), como en los digitales (Matarín, 2018;Matarín et al, 2020).…”