“…Sin embargo, dentro de la revisión realizada hasta el momento, es aún poco visible el papel de las emociones y los sentimientos dentro de las funciones de los directivos, directamente asociadas, por un lado, a la gobernabilidad y la gobernanza, y, por otro, a la comunicación organizacional en sus diferentes manifestaciones. La consideración anterior, encuentra eco en voces como las de Pereda et al (2016), para quienes esta discreta valoración representa a la par, posibilidades en la definición de estrategias de formación directiva, fundamentalmente, para el desarrollo de la habilidad en inteligencia emocional.…”