El texto tiene como propósito dar cuenta de las formas en las que las y los jóvenes de un pueblo urbano de la Megalópolis de la Ciudad de México resisten y responden a un escenario de precarización y juvenicidio, constituyendo un colectivo juvenil en el que por medio de la realización de rodadas bicicleteras construyen estructuras de aprendizaje y acogida comunitaria que configuran espacios para convivir y vivir con los otros. Se propone una reflexión a partir de la experiencia en investigación educativa y el trabajo de acompañamiento juvenil en torno a otros modos de educar que van más allá de la institución escolar, y las visiones adulto-céntricas hegemónicas de lo educativo y lo juvenil. Pensar la acción juvenil organizada como espacios educativos de formación de sujetos culturales, genero un acercamiento desde la vinculación entre las epistemologías decoloniales, la investigación cualitativa, las metodologías horizontales y la investigación participativa, estableciendo así un diálogo epistémico desde la experiencia del investigador y las experiencias y condiciones de lo juvenil. Concluyendo que las rodadas comunitarias, definidas como espacios educativos de formación de sujetos culturales, movilizan saberes culturales y comunitarios que posibilitan a las y los jóvenes desarrollar experiencias de aprendizaje en torno al cuidar-nos, re-conocer-nos, y el resistir comunitario.