Desde perspectivas críticas de la literacidad, la universidad está en la obligación de cuestionar las relaciones de poder, las desigualdades y tensiones que experimentan los estudiantes tradicionalmente excluidos en las prácticas discursivas académicas. La omnipresencia de las TIC, en un escenario pospandemia, lleva a preguntarse por el papel de lo digital en la configuración de las prácticas letradas de grupos minoritarios. Esta investigación buscó identificar los vínculos y tensiones entre las trayectorias letradas digitales y la apropiación de prácticas de literacidad académica de estudiantes indígenas universitarios. Para ello, se llevó a cabo un diseño etnográfico, apoyado en la indagación narrativa, con cuatro estudiantes de un programa de formación docente en lenguaje. La información se recolectó mediante tecnobiografías, entrevistas en profundidad y observación participante. Se encontró que las participantes tenían un acercamiento incipiente a las tecnologías digitales y que percibían como muy distantes las dinámicas de lectura y escritura en línea. Los apoyos institucionales establecen pocos diálogos entre las trayectorias y las exigencias académicas, promoviendo un “ajuste” unidireccional. Se identifica así una doble deuda educativa, escritural y tecnológica, por lo que es urgente revisar las políticas institucionales desde una mirada intercultural, y reconceptualizar las literacidades académicas en el giro digital.