“…Sin embargo, junto con la formalización protocolar de la autoridad del rey y sus representantes en los parlamentos, los documentos muestran que se da cada vez más espacio a los discursos mapuche, referidos por supuesto en español, por lo tanto, traducidos, donde se precisa cuál de los caciques toma la palabra, lo que pide, lo que acepta, y en repetidas ocasiones, como ya lo mencionamos, sus muestras de agradecimiento y lealtad hacia el rey. Son discursos referidos «en cascada» en los que se construyen varias escenas de enunciación (Maingueneau 1998(Maingueneau , 2014(Maingueneau , 2015Charandeau y Maingueneau 2002/2005, cuya dimensión argumentativa (Amossy 2000) es notoria ya que la mayoría de ellos construyen a sus enunciadores en el reconocimiento de las bondades prodigadas por los españoles. Sin embargo, al lado de discursos referidos como «…había reconocido él [el cacique Carilab] y todos los demás el gran bien y utilidad que se les había seguido vivir entre los españoles, muy estimados de todos y que habían recibido la ley de Cristo…» (Parlamento de Concepción 1693: 216), tenemos algunos otros como «Y que verdaderamente es tan gustoso porque habiendo comunicado ocho o diez gobernadores (…) a ninguno de ellos había oído en ningún parlamento mudar el estilo de hablar en usanza y ritos de ellos …» (Parlamento de Yumbel 1692: 207), discurso en el que el cacique se muestra agradecido por el respeto que tiene el gobernador en turno, al contrario de los anteriores, hacia la «usanza y ritos de ellos».…”