La memoria de los escolares de posguerra guarda el recuerdo de una infancia marcada por la huella del nacionalcatolicismo. La estrecha vinculación entre la Iglesia y el Estado, tras el fin de las hostilidades, sentó los cimientos para la construcción de la identidad nacional en los estudiantes. En el artículo que presentamos, analizamos la narración de las vivencias infantiles del grupo de población nacido durante la guerra, para recomponer cómo fue transmitido ese ideario, a través de la interacción entre el estudiante y su contexto más próximo. A partir de la metodología biográfico-narrativa, –centrada en cuatro relatos de vida realizados a dos hombres y dos mujeres de clases populares, cuya infancia se enmarca en los años cuarenta– profundizamos en la consolidación del ideario político, religioso y moral franquista, a través de las enseñanzas que los niños y las niñas recibían en la escuela y se potenciaban a partir de otros conocimientos no formales, aprendidos desde las relaciones familiares y sociales. Constatamos que el uso de las fuentes orales desvela la conformación de elementos muy relevantes de la construcción de la identidad nacional, en especial los más propiamente subjetivos, como los procesos de naturalización de la discriminación, la asunción de la arbitrariedad del poder o el valor de las rutinas, los símbolos y las celebraciones religiosas o patrióticas.