“…El tercer sujeto que interviene en el injusto penal es el ejecutante (sicario), quien tiene como objetivo primordial asesinar a sangre fría a la persona para quien ha sido encargado el "trabajo" a cambio de dinero u otro beneficio(Pinto, 2015). Sin embargo, cabe indicar que este sujeto activo, al momento de la comisión del delito se encuentra también en alto riesgo, de tal manera que, se convierte en una pieza débil del proceso, en virtud de que, al ser una persona totalmente ajena al autor directo, mediato y a la víctima, lo convierte en un sujeto de alta vulnerabilidad puesto que si falla puede ser víctima de otro sicario(Astudillo, 2010).En este orden de ideas, es menester también puntualizar que el sicario es cualquier persona que, por factores psicosociales como personas sin oportunidades de educación, marginales, pobreza extrema, sin empleo o empleo poco remunerado que no cubre las necesidades básicas, desintegración familiar, entre otros, se encuentra reclutado para el cometimiento de estos fines (López, 2022); las personas más frecuentes dentro de este calificativo son personas con extrema pobreza, expolicías, narcotraficantes, personas que pertenecen a organizaciones criminales, e incluso niños y adolescentes por el grado de su inimputabilidad(Fuentes et al, 2021).En este mismo sentido, el sicario también es considerado como una persona homicida profesional, puesto que antes de ejecutar el hecho criminal para el cual ha sido encomendado, este recibe un porcentaje de dinero por adelantado y una vez cumplido el trato recibe el resto de lo pactado, y otra clase de sicarios lo hace por cuotas (Astudillo, 2010), finalmente cabe indicar que, estos sujetos no le temen a la muerte y es por ello por lo que se convierten en instrumentos del delito(Yong, 2018).…”