La posible y necesaria perentoriedad de los plazos de apelación contra una sentencia «pro vinculo»

Abstract

Desde la entrada en vigor de la reforma del proceso de nulidad matrimonial en 2015, la doctrina mayoritaria ha sostenido que la perentoriedad de los plazos de interposición y prosecución de la apelación se aplica únicamente a las sentencias pro nullitate, no en cambio a las sentencias pro vinculo, que podrían ser objeto de una apelación tardía. Desde el punto de vista exegético, histórico y dogmático hay buenas razones para sostener que también las sentencias pro vinculo se benefician de la perentoriedad de los plazos de apelación. El carácter perentorio de dichos plazos para las sentencias pro vinculo es posible de iure condito, y necesario y deseable de iure condendo.