El concepto de recuperación, su conceptualización y consideración para las prácticas en el campo de la salud mental, pese a su significativo desarrollo a nivel mundial, están pendientes en América Latina. Como consecuencia, se registran demoras para implementar cambios estructurales en la atención especializada y las personas usuarias del sistema de salud mental se ven privadas de prácticas basadas en la evidencia que podrían alentar sus procesos de recuperación. Una historia de violencia estatal y crisis económicas cíclicas atentaron contra la continuidad de invalorables prácticas comunitarias que, particularmente en Argentina, fueron borradas por mucho tiempo a partir del golpe de estado de 1976. Este artículo describe el proceso de adaptación cultural para Argentina del programa Illness Management and Recovery llevado a cabo por un equipo conformado por personas usuarias de servicios de salud mental, ex usuarios y profesionales. Esta adaptación se plantea como un puente entre el legado de prácticas comunitarias latinoamericanas en salud mental y las nuevas prácticas basadas en la evidencia que surgen con la incorporación de la voz y la experiencia de las personas usuarias al campo de la salud mental. Finalmente, se incluyen reflexiones sobre la experiencia de adaptación y recomendaciones para la futura implementación local del programa renombrado como “Programa Activo para la Recuperación”.