“…Por tanto, existe una importante variedad de organizaciones que pueden ser clasificadas como no lucrativas, estableciendo que, desde una concepción europea, no únicamente se refieren a las fundaciones o asociaciones, sino que su rol va más allá de la actividad para el beneficio social, pues también llevan a cabo actividades de carácter económico. Al respecto, Salinas & Rubio (2001) aclaran que desde la perspectiva española se hace una diferenciación entre las sociedades cooperativas, las mutualistas y las organizaciones no lucrativas, indicando que estas últimas son complejas y difíciles de definir, pero se coincide en que poseen la capacidad para proporcionar respuestas a las necesidades y demandas sociales, presentando un importante potencial en la creación de puestos de trabajo, asumiendo actividades cuya responsabilidad corresponde a la administración pública.…”