El pensamiento computacional se ha popularizado no solo como una actividad relacionada con la programación de computadoras, sino también como una capacidad que cualquier persona puede adquirir para resolver problemas en su vida cotidiana. Por ende, la presente investigación aborda un estudio piloto para el desarrollo de la creatividad y el pensamiento computacional a través de un taller de robótica que forma parte de las actividades de formación integral de una institución de educación superior. En concreto, se efectuó un diseño cuantitativo de corte cuasiexperimental longitudinal mediante mediciones del pensamiento creativo al inicio y al final del referido taller. En este proceso, y como estrategia para la resolución de problemas, se incorporó el pensamiento computacional para que los estudiantes solucionaran pequeños retos siguiendo seis pasos: comprensión de la situación, identificación de la dificultad, descomposición en partes constituyentes, reconocimiento de patrones, selección de información relevante y diseño y ejecución de un algoritmo. Los resultados arrojaron un impacto positivo, ya que se observó un incremento en el pensamiento creativo, además de un fortalecimiento en la metodología activa para promover habilidades de pensamiento crítico y trabajo colaborativo.