Se proponen estimaciones de las transferencias intersectoriales de ingresos para indagar cómo la inflación tuvo consecuencias sobre la desigualdad sectorial y el cambio estructural (1955-2022). Considerando agregados de actividades productivas–primario-secundario-terciario–, hasta los años noventa las transferencias comportaron una evolución estable, con una progresiva reducción de la dispersión. El sector terciario se presentaba como uno de los “perdedores” y el secundario como uno de los “ganadores”. Sin embargo, las discrepancias al interior de los agregados fueron en aumento. Exceptuando a Comunicaciones del análisis, la conceptualización se modifica completamente y los servicios habrían sido el sector “ganador” del siglo XXI.