“…También se han encontrado diferencias por origen social en las expectativas de los estudiantes sobre su progreso educativo: el alumnado de origen social bajo aspira a unas notas más bajas aun teniendo capacidades académicas altas (que Cantor et al, (1987) definen como una estrategia defensiva para reducir la ansiedad producida por el riesgo a no cumplir las expectativas), y presenta un menor engagement con la institución universitaria. En general, se aprecia cómo los estudiantes de origen social bajo experimentan mayor presión por asegurar el logro académico y una mayor anticipación negativa de dificultades, tanto en sus elecciones iniciales de titulación como durante su realización (Langa y David, 2006;Villar, 2011;Daza y Elias, 2013;Soler, 2013;Daza et al, 2019).…”