El presente artículo ofrece una panorámica sobre cómo ha gestionado su tiempo vital una muestra de estudiantes de la Universidad de Castilla-La Mancha –España- durante el período del estado de alarma. El tránsito de unas vivencias auspiciadas por la normalidad a un escenario sin precedentes en nuestras vidas, marcado por la pandemia de la COVID-19 supone un cambio de modelos comportamentales generales y muy especialmente de forma particular en el lapso temporal del confinamiento domiciliario. Así, este análisis exploratorio sirve para ilustrar cómo el perfil de estudiantado universitario ha organizado sus vidas, compatibilizando sus deberes como estudiantes con la realización de otras actividades, lo que permite conocer también cómo son sus pautas de socialización y sus tiempos de ocio y de descanso.
Se plantea pues, una investigación cualitativa cuyo objetivo principal es conocer en un sentido amplio cómo vivencia este perfil estudiantil la nueva realidad impuesta durante el estado de alarma, bajo la obligatoriedad de permanecer en el hogar. El análisis, sustentado en la entrevista en profundidad, recoge evidencias de los efectos que tiene el confinamiento en la capacidad organizativa del alumnado. Se demuestra que dicha capacidad organizativa está en función de factores personales, ambientales y de la continuidad de la docencia online. Por otra parte, cabe destacar cómo la situación de confinamiento llega a afectar negativamente a la capacidad de concentración y a la percepción de productividad, siendo necesario realizar una mayor inversión de tiempo en el aprendizaje.