“…Sin embargo, a pesar de estas recomendaciones, Cecchini (2015) afirmó que la práctica deportiva, tal y como se está implementando en la actualidad, no desarrolla valores, es más, añadió que bajo determinadas circunstancias los resultados podían ser justamente los contrarios. De la misma manera varios autores han argumentado que el impacto negativo o positivo de la práctica deportiva en jóvenes está multideterminado y que depende de la orientación que le den las organizaciones de las prácticas deportivas, entrenadores, árbitros, padres, ami-gos y público, sin olvidar los modelos que ofrece el deporte profesional o de élite ( Distintos autores han señalado el papel que podrían tener los medios de comunicación en el comportamiento de los aficionados (Barrero, 2007;Carriedo, Cecchini, & González, 2018Gómez, 2007;Vilches;2004), y por lo tanto, en los jóvenes deportistas, quienes tienden a imitar las conductas agresivas de los profesionales (CSD, 2011;Smith, 1988). Por este motivo es necesario contar con herramientas que puedan mitigar la transmisión de valores negativos en el ámbito educativo, así como con iniciativas que favorezcan la iniciación deportiva desde el fair play (Pinheiro, 2013).…”