La Galatea se caracteriza, como el resto de novelas pastoriles españolas y aun de las narraciones en prosa de largo recorrido del Siglo de Oro, por estar conformada, desde una perspectiva estructural, por dos niveles narrativos distintos, uno primario y otro secundario, a saber: la trama principal y los episodios intercalados. Estos son cuatro: el de Lisandro y Leonida, el de Teolinda, Artidoro, Leonarda y Galercio, el de Timbrio, Silerio, Nísida y Blanca y el de Rosaura, Grisaldo y Artandro. Este estudio tiene por objeto principal realizar un pormenorizado análisis, tanto temática como formalmente, del cuarto de ellos, al tiempo que se establecen sus relaciones intratextuales con el resto de la producción literaria de Cervantes.