“…Pese a que la generalizada imagen negativa con respecto a las policías se reconoce en el debate público y político como un componente crucial de la crisis contemporánea de estas instituciones estatales, la investigación social al respecto en nuestro contexto sólo ha avanzado en ciertas direcciones. En estos últimos años ha crecido en nuestro escenario la cantidad de exploraciones empíricas cualitativas acerca de la relación entre policías y los jóvenes varones -y más incipientemente mujeres-de sectores sociales desventajados, que han generado un importante conjunto de observaciones acerca de las dinámicas del hostigamiento y la violencia policial y sus efectos en términos de imagen negativa de esta institución estatal (Montero, 2010;Kessler y Dimarco, 2013;Cozzi et al, 2014;Previtali y Bermudez, 2014;Rodríguez Alzueta, 2014, 2017Barrera, 2015;Cozzi, 2018Cozzi, , 2019Garriga Zucal, 2014Pita, Gomez y Skliar, 2017;Plaza, 2018Plaza, , 2020Ghiberto y Puyol, 2019;Pita, 2019). Pero han sido más excepcionales los tentativos de construir exploraciones empíricas más amplias, sobre otros sectores del público, recurriendo por lo general a la herramienta metodológica de la encuesta y el análisis cuantitativo (Dammert y Malone, 2002;Sozzo y Montero, 2010, 183-198;Bergman y Flom, 2012;Bergman, 2018;Sozzo, Montero, Puyol y Bulgarella, 2020).…”